Por Ana Luz Chieffo
Una de las propuestas participativas de la muestra Buen Viaje!, apela al equipaje como elemento imprescindible de todo viaje. Para que el visitante se conecte con sus propios viajes, le proponemos “escribir 4 cosas que no pueden faltar en tu valija (objetos, recuerdos, deseos, cábalas, compañía, etc)”. Lo hace en un cartón de 10 x15 en formato postal que luego deja en el interior de una valija abierta.
De esta manera, los visitantes
pueden revisar “los equipajes" de otros visitantes y escribir los suyos.
El diccionario
dice que el significado de la palabra valija es “saco de cuero, cerrado con llave, donde llevan la correspondencia los
correos”. Es decir que la maleta o valija que hoy empleamos para
guardar nuestra ropa cuando viajamos,
originalmente se utilizó como contenedor
de cartas, documentos y correspondencia.
Nos entusiasmó
advertir que la vinculación entre postal-equipaje-valija
que le dimos a la propuesta participativa, tenía coincidencias con la definición
del diccionario.
Ahora, nos preguntamos ¿cuándo comienza
la valija a emplearse como contenedor de prendas íntimas?
Tal vez una
respuesta posible la encontremos a
mediados del siglo XIX en Europa, cuando los viajes dejan de ser exclusividad de una
clase social adinerada que seguramente empleaba baúles en cantidad, para ser
parte de la industria del turismo que nace junto al fenómeno de las vacaciones
pagas (Garay Tamajón). Y en Argentina, probablemente su uso se haya extendido a partir del nacimiento del turismo social durante el primer gobierno de Perón (1945-1955).
Nuestra valija
tiene algo del mundo del correo y también del mundo de lo privado y de lo
público. Viaja con la
muestra llevando consigo los relatos de los visitantes, tiene algo de la intimidad de los equipajes
pero al mismo tiempo, la apertura necesaria para albergar los equipajes/relatos de
otros visitantes y así poder ser revisada y compartida.
Garay Tamajón, L.A: "Orígenes del turismo. El Grand Tour y los viajeros ilustrados en Europa" citado por Alderoqui, Silvia, en Paseos Urbanos. El arte de caminar como práctica pedagógica. Ed. Lugar. Buenos Aires, 2012.
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